Velázquez y Olivares 
Unos de los artífices de la llegada de Velázquez  a la corte madrileña en 1623 fue el Conde-Duque de olivares, Don Gaspar de Guzmán y Pimentel hombre de confianza de Felipe IV y jefe de gobierno.
   Don Gaspar había visitado en varias ocasiones la tertulia que el pintor francisco pacheco tenia en Sevilla donde tendría la oportunidad de conocer al pintor y recomendable en Madrid 
   Posiblemente como muestra de agradecimiento Velázquez realizo este retrato que hoy se conserva en Sao Paulo, en el que aparece la enorme figura del Conde-Duque en pie.  

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